El 1 de octubre de 1990 la Dra. Lisbeth Quesada Tristán crea la Unidad de Cuidado Paliativo Pediátrico en el Hospital Nacional de Niños, primera en Costa Rica y América Latina, brindando atención domiciliaria y hospitalaria a los pacientes. Años después se transformará en la Clínica de Cuidados Paliativos y Control del Dolor.

El 22 de ese mismo año y mes se creó el primer grupo de duelo en apoyo a padres que habían perdido un hijo/a, rápidamente se incluyen en las terapias de duelo a los hermanos de los niños, niñas y jóvenes fallecidos.

Inicialmente no se contabilizó la cantidad de niños que se atendían, simplemente empezaron a llegar las interconsultas, sin una oficina o lugar propio para brindar el servicio, se utilizó en aquel momento un espacio en el servicio de psicología del hospital.

Los primeros referidos fueron niños y jóvenes con cáncer con enfermedad en etapa terminal. Hoy se sigue atendiendo a esta población más una gran población de niños con enfermedades crónicas, degenerativas, progresivas y que limitan la calidad de vida.

Ante el creciente número de niños y jóvenes referidos y al no contar con recursos para brindarles una debida atención, nace el 11 de julio de 1992, la Fundación Pro Unidad de Cuidados Paliativos como una respuesta solidaria de la sociedad civil.

La Fundación día a día busca recursos para cubrir los gastos y atención de pacientes y familias, ya que la Unidad de Cuidado Paliativo nació en el hospital, pero no contaba con un espacio físico ni recursos para brindar esa atención.